En una dramática intervención ante el Consejo de Seguridad de la ONU, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski advirtió que Rusia se prepara para atacar tres centrales nucleares en Ucrania. Zelenski aseguró tener pruebas de los planes rusos, lo que ha encendido las alarmas sobre el potencial uso de infraestructura crítica como objetivo militar en el conflicto.
El líder ucraniano, vestido en esta ocasión de negro en lugar de su usual atuendo militar, denunció el cinismo de Moscú y llamó a la comunidad internacional a permanecer unida frente a la amenaza rusa. Criticó la creciente cooperación de Rusia con países como Irán y Corea del Norte, que, según él, han proporcionado armas para alimentar la agresión contra Ucrania.
La respuesta internacional no se hizo esperar. El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, subrayó la urgencia de detener la colaboración militar de Rusia con estos países y recordó que la agresión rusa busca la conquista, mientras que Ucrania lucha por su supervivencia.
A pesar de que la atención en la ONU se ha centrado en los conflictos de Medio Oriente, el tema de Ucrania sigue siendo de alta prioridad, como destacó Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores.
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