En su primer discurso a la nación, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció que su gobierno limitará la producción de petróleo a 1.8 millones de barriles diarios como parte de una estrategia para promover la transición energética hacia fuentes renovables. Este enfoque busca priorizar el consumo nacional de hidrocarburos y reducir la dependencia del petróleo, alineándose con el compromiso de enfrentar el cambio climático.
Sheinbaum señaló que, a diferencia de la Reforma Energética de 2013, que proyectaba una producción de hasta 3 millones de barriles diarios, su administración ve esta meta como insostenible desde el punto de vista ambiental. En su lugar, la eficiencia energética y el desarrollo de energías limpias serán claves para absorber el crecimiento de la demanda energética en el país.
Durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, Pemex cerró con una producción de 1 millón 769 mil barriles diarios de hidrocarburos líquidos, pero solo 1.495 millones correspondían a petróleo crudo. El resto provenía de productos condensados. Bajo la nueva administración de Pemex, liderada por Víctor Rodríguez Padilla, la producción se enfocará en mantener esta cifra, con miras a mejorar la sostenibilidad del sector.
En cuanto a la generación eléctrica, Sheinbaum confirmó que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) seguirá proporcionando el 54% de la energía del país, mientras que el sector privado mantendrá el 46%. Además, la mandataria prometió un Plan Nacional de Energía enfocado en inversiones en transmisión y generación, acompañado de un ambicioso programa de transición hacia fuentes renovables.
Sheinbaum enfatizó que este enfoque energético garantizará la estabilidad del sistema y precios accesibles, al tiempo que reducirá las emisiones de gases de efecto invernadero.
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