Claudia Sheinbaum Pardo, próxima presidenta de México, habría considerado invitar a la princesa Leonor, de 18 años, a su ceremonia de investidura en lugar de su padre, el rey Felipe VI. Esta decisión se planteó luego de que el monarca español no respondiera a una carta enviada en 2019 por el presidente saliente Andrés Manuel López Obrador, en la que se pedía una disculpa a los pueblos originarios de México por los abusos durante la conquista.
El diario español ABC informó que el equipo de transición de Sheinbaum exploró la posibilidad de invitar a la princesa como una alternativa diplomática. Esto se debió a la "pausa" en las relaciones con España que López Obrador impuso tras la falta de respuesta oficial a su misiva. La princesa Leonor, quien desde el año pasado puede representar a su padre en funciones de Estado, se perfiló como una opción para mantener una representación de la monarquía en el evento.
Sin embargo, la propuesta finalmente no se concretó. El gobierno de Pedro Sánchez anunció el martes que, debido a la exclusión del rey Felipe VI, no enviará a ningún representante oficial a la ceremonia de investidura, programada para el 1 de octubre en el Palacio Legislativo de San Lázaro, Ciudad de México. Esta decisión fue considerada inaceptable por el gobierno español.
Sheinbaum y López Obrador respondieron al rechazo español, calificando la falta de respuesta a la carta como un agravio para México. La próxima presidenta publicó un comunicado en el que mencionó haber hablado con el presidente Pedro Sánchez, aunque no se ofrecieron detalles sobre la conversación.
El diario español también reportó que la llamada entre Sheinbaum y Sánchez fue tensa, con la política mexicana informando sobre su decisión de excluir al rey Felipe VI de la ceremonia.
En el cambio de sexenio hace seis años, el rey Felipe VI asistió a la investidura presidencial de Andrés Manuel López Obrador el 1 de diciembre en el Congreso de la Unión. La controversia actual ha generado división en España, con el partido de derecha rechazando la decisión de Sheinbaum y apoyando la postura de Sánchez, mientras que la izquierda española ha anunciado su intención de asistir a la investidura para mostrar respeto hacia el presidente saliente.
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