La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó que dos de sus soldados fueron responsables de los disparos que provocaron la muerte de varios migrantes en el tramo carretero Villa Comatitlán-Huixtla, Chiapas, el pasado 1 de octubre. Según el comunicado oficial, los elementos militares abrieron fuego contra un vehículo de redilas que transportaba a 33 migrantes de diversas nacionalidades, tras haber escuchado supuestas detonaciones.
El incidente ocurrió alrededor de las 20:50 horas durante un patrullaje terrestre en la zona, cuando un vehículo tipo pick up, que se desplazaba a alta velocidad, evadió a las fuerzas militares. Según la versión del Ejército, detrás del pick up viajaban dos camionetas similares a las utilizadas por grupos delincuenciales en la región, lo que incrementó las sospechas del personal militar.
Como resultado del tiroteo, cuatro migrantes fallecieron en el lugar y 12 resultaron heridos. Los militares brindaron primeros auxilios a los lesionados y los trasladaron al Hospital General de Huixtla, donde lamentablemente fallecieron dos más, elevando el número total de víctimas a seis, según reportes de la policía local. Otros 17 migrantes resultaron ilesos y fueron puestos bajo la custodia del Instituto Nacional de Migración.
La Sedena confirmó que los dos soldados involucrados fueron separados de sus funciones, y el caso ha sido turnado a la Fiscalía General de la República (FGR) para la correspondiente investigación. Además, la Fiscalía General de Justicia Militar llevará a cabo una investigación paralela para determinar cualquier responsabilidad en cuanto a la disciplina militar.
Este incidente ha suscitado críticas debido a su proximidad con la reciente reforma que otorga a la Sedena mayores facultades para realizar actividades de seguridad pública.
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