Rusia ha establecido un programa secreto en China para desarrollar y producir drones de ataque de largo alcance destinados a la guerra contra Ucrania, según fuentes de inteligencia europea y documentos revisados por Reuters. La compañía estatal rusa Almaz-Antey, a través de su subsidiaria IEMZ Kupol, ha desarrollado y probado en vuelo el dron Garpiya-3 (G3) con la asistencia de especialistas chinos.Los documentos muestran que Kupol ha informado al Ministerio de Defensa ruso sobre la capacidad de producir estos drones a escala en una fábrica en China. Esta colaboración incluye la entrega de siete drones militares a Rusia, incluyendo dos G3, para pruebas adicionales.
Aunque el Ministerio de Asuntos Exteriores de China ha negado cualquier conocimiento del proyecto, los informes de inteligencia sugieren que la transferencia de drones de combate completos marca una escalada significativa en la cooperación entre ambos países. La Casa Blanca ha expresado su preocupación por la posible asistencia letal de empresas chinas a Rusia, aunque no se ha encontrado evidencia de que el gobierno chino estuviera al tanto.La magnitud de esta cooperación plantea preguntas sobre las sanciones internacionales y la postura de China en el conflicto. Los drones, como el G3, tienen un alcance de aproximadamente 2,000 kilómetros y una carga útil de 50 kilogramos, mientras que el futuro modelo REM 1, con una carga útil de 400 kilogramos, podría ser comparable al dron estadounidense Reaper.
La colaboración secreta también involucra la posible creación de un centro de investigación y producción conjunta en la provincia de Xinjiang, China, con capacidad para fabricar hasta 800 drones al año. La respuesta rápida y eficaz en el campo de batalla, según el presidente ruso Vladimir Putin, es crucial para el éxito en la guerra.
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