En una de las operaciones más significativas desde el inicio de la guerra, Rusia informó el domingo que sus defensas antiaéreas derribaron 158 drones ucranianos durante la noche, incluidos dos en Moscú y otros nueve en la región capitalina. Este ataque se enmarca en una serie de incursiones ucranianas en territorio ruso, que ha visto un aumento notable en los últimos meses.
Las regiones más afectadas fueron Kursk, donde se destruyeron 46 drones, y Bryansk, con 34 drones derribados. Otras áreas impactadas incluyen Voronezh, Belgorod, Tver e Ivanovo, lo que refleja el alcance geográfico de la ofensiva ucraniana.
El Ministerio de Defensa ruso confirmó que se interceptaron drones en 15 regiones distintas, subrayando la intensidad del ataque. En Moscú, los restos de un dron causaron un incendio en una refinería, según el alcalde de la ciudad, Serguéi Sobyanin.
Los ataques con drones han llevado la guerra desde las líneas del frente hasta el corazón de Rusia, marcando un cambio estratégico en la ofensiva ucraniana que busca debilitar la capacidad militar rusa. Desde principios de este año, Ucrania ha intensificado estos ataques, focalizándose en instalaciones críticas como refinerías y terminales petroleras.
Además, el gobernador de Belgorod, Vyacheslav Gladkov, informó que 11 personas resultaron heridas en su región debido a ataques aéreos ucranianos. En la misma línea, el Ministerio de Defensa ruso anunció la captura de las ciudades de Pivnichne y Vyimka, en la región ucraniana de Donetsk, aunque estas afirmaciones no han sido verificadas de manera independiente.
En Ucrania, los bombardeos rusos causaron la muerte de al menos tres personas y heridas a otras nueve en la ciudad de Kurakhove. Asimismo, 44 personas resultaron heridas en Járkiv debido a un ataque con misiles, y otras cinco sufrieron heridas en la región de Sumy. La situación sigue siendo crítica en diversas partes del país, con continuos ataques aéreos que afectan tanto a civiles como a infraestructuras clave.
Comments