El Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) de la Unión Europea, creado para apoyar la recuperación económica tras la pandemia de Covid-19, enfrenta importantes retrasos en la distribución de sus fondos. Este fondo, que asciende a 800,000 millones de euros, tiene como objetivo revitalizar las economías de los Estados miembros, pero según el Tribunal de Cuentas Europeo (TCE), solo una fracción del dinero ha llegado a los destinatarios previstos.
A pesar de la urgencia por mitigar los efectos de la pandemia, los países de la UE han utilizado menos de un tercio de los fondos asignados para finales de 2023. Este lento avance preocupa a los auditores del TCE, quienes advierten que los retrasos podrían comprometer los objetivos de recuperación y resiliencia del bloque. La complejidad del proceso de obtención de fondos, que requiere la presentación de planes nacionales de inversión y reformas estructurales, ha sido señalada como una de las principales causas del estancamiento.
Los países del sur de Europa, como Italia y España, son los mayores beneficiarios de este fondo, pero también se encuentran entre los más afectados por los retrasos. El TCE ha destacado que, aunque la Comisión Europea ha hecho avances en la distribución de los pagos, existe el riesgo de que los Estados miembros no logren utilizar los fondos a tiempo.
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