Red Bull Racing, que dominaba la Fórmula 1, enfrenta ahora una dura realidad: su RB20, pilotado por Sergio 'Checo' Pérez y Max Verstappen, ha caído drásticamente en rendimiento. La escudería, que antes era invencible, ahora lucha por mantenerse en la pelea, siendo superada por McLaren, Ferrari y Mercedes. Con solo ocho fechas restantes en la temporada 2024, las esperanzas de Red Bull de ganar el Campeonato de Constructores y Pilotos están seriamente comprometidas.
La salida de Adrian Newey, mente maestra detrás de los exitosos modelos anteriores, ha dejado al equipo en una situación crítica. Los ingenieros restantes, Pierre Waché y Enrico Balbo, no han logrado mantener el nivel de desarrollo necesario para competir al más alto nivel. Además, la falta de balance entre la carga aerodinámica delantera y trasera ha convertido al RB20 en un coche inestable y difícil de manejar, incluso para pilotos de la talla de Verstappen y Pérez.
Mientras tanto, otros equipos como McLaren y Ferrari han encontrado la fórmula ganadora. McLaren, con su MCL38, ahora domina la parrilla, dejando a Red Bull en un segundo plano. Las reglas de la Fórmula 1, que limitan el tiempo y presupuesto para los equipos campeones, han jugado también en contra de Red Bull, dificultando aún más su capacidad para competir.
Internamente, Red Bull enfrenta también una lucha de poder tras la muerte de su fundador, Dietrich Mateschitz, lo que ha generado un ambiente tenso dentro del equipo, afectando el rendimiento en la pista. A menos que Red Bull encuentre rápidamente una solución a sus problemas, esta temporada podría ser recordada como la caída del gigante de la F1.
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