Al cumplirse dos años desde la anexión de las regiones ucranianas de Donietsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, el presidente ruso Vladimir Putin responsabilizó a Occidente de convertir a Ucrania en "una colonia y una cabeza de puente contra Rusia". En un mensaje grabado, Putin señaló a Estados Unidos y la OTAN de fomentar la hostilidad hacia Rusia y de preparar al ejército ucraniano para la guerra, justificando así la "operación militar especial" lanzada en 2022.
A pesar de los más de dos años de combates, Rusia aún no ha conseguido el control total de las regiones anexadas ni ha logrado expulsar a las tropas ucranianas en la región de Kursk, un hecho que Putin mencionó al ordenar un incremento en el gasto militar para 2025. El nuevo presupuesto destinará un 41% de sus recursos a defensa y seguridad nacional, superando ampliamente el gasto en educación y salud.
El aumento del presupuesto coincide con una nueva campaña de reclutamiento de 133 mil conscriptos, que, según el ejército ruso, no serán enviados directamente al conflicto en Ucrania. Sin embargo, la promesa ha generado preocupación, ya que las regiones fronterizas de Rusia continúan siendo vulnerables a ataques ucranianos.
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