El papa Francisco se embarcará en una visita histórica a Indonesia, el país de mayoría musulmana más grande del mundo, en un viaje que busca promover la armonía religiosa entre las distintas confesiones que coexisten en el país. Durante su estancia, que comienza el martes, el papa hará una parada significativa en la mezquita Istiqlal de Yakarta, la más grande del sudeste asiático, que está conectada a la catedral católica de Nuestra Señora de la Asunción mediante un túnel llamado "Túnel de la Amistad". Este túnel fue construido en 2020 como un símbolo de paz y cooperación interreligiosa.
Indonesia, con una población de 280 millones de personas, es un país de mayoría musulmana, con casi el 90% de su población practicando el islam. A pesar de ser una minoría, el 3% de los indonesios son católicos, y la visita del papa ha generado gran entusiasmo, ya que es la primera vez en más de tres décadas que un pontífice visita el país.
Un símbolo de paz en tiempos difíciles
El "Túnel de la Amistad", de 28.3 metros de largo, fue creado para representar la convivencia pacífica entre musulmanes y católicos en Indonesia. Este túnel conecta dos de los lugares de culto más importantes de Yakarta y subraya la importancia de la coexistencia pacífica entre las diferentes comunidades religiosas del país. El papa Francisco, quien ha hecho del diálogo interreligioso una de las prioridades de su pontificado, visitará este simbólico espacio como parte de su gira de 12 días por Asia-Pacífico, que también incluye paradas en Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur.
El papa no solo visitará la mezquita y el túnel, sino que también participará en un encuentro interreligioso, una señal clara de su compromiso con la promoción de la tolerancia y el entendimiento entre religiones.
Reunión con líderes y misa multitudinaria
Además de su agenda en la mezquita Istiqlal, el papa Francisco se reunirá con el presidente saliente de Indonesia, Joko Widodo, y celebrará una misa en un estadio en Yakarta, donde se espera la asistencia de más de 80,000 personas. La visita ha despertado entusiasmo entre los católicos del país, muchos de los cuales ven esta ocasión como una oportunidad única de ver al líder de su iglesia.
Maria Regina Widyastuti Sasongko, una mujer católica de 77 años que vende productos con el rostro del papa, expresó su emoción: "Si pudiera conocerle, solo podría inclinarme ante él. Ni siquiera me atrevería a cogerle la mano", dijo emocionada.
Indonesia ya ha recibido la visita de dos papas anteriormente: Pablo VI en 1970 y Juan Pablo II en 1989, pero esta visita de Francisco marca una nueva etapa en el diálogo entre religiones en el país.
Un viaje simbólico y significativo
La visita del papa Francisco ha sido vista como un símbolo de amistad y paz en Indonesia, un país con una historia compleja en términos de armonía religiosa. A pesar de ser oficialmente un Estado laico, en la Indonesia moderna las religiones minoritarias todavía enfrentan desafíos, incluida la discriminación y el cierre de lugares de culto.
El ministro de Asuntos Religiosos de Indonesia, Yaqut Cholil Qoumas, señaló que la visita del papa refuerza a Indonesia como "un barómetro de la paz y un pilar de la tolerancia". Sin embargo, el país ha sido criticado por organismos internacionales como Human Rights Watch, que han destacado las raíces de la intolerancia religiosa, que se manifiestan en normativas que facilitan el cierre de iglesias y otros lugares de culto minoritarios.
A pesar de estos desafíos, la visita del papa es vista como un paso hacia la construcción de una mayor unidad entre las religiones en Indonesia, y refuerza el mensaje global de Francisco de fraternidad y paz.
Historia del catolicismo en Indonesia
El catolicismo llegó a Indonesia en el siglo XVI a través de misioneros portugueses, pero fue prohibido durante más de dos siglos bajo el dominio colonial neerlandés, que favorecía el protestantismo. No fue hasta la década de 1940 que el Vaticano estableció un representante diplomático en el país. Desde entonces, la Iglesia ha jugado un papel clave en la vida espiritual de los católicos indonesios, aunque sigue siendo una minoría.
A lo largo de su papado, Francisco ha viajado por todo el mundo para promover la paz y la comprensión entre las diferentes religiones, y su visita a Indonesia refuerza este compromiso. La gira del papa es también un recordatorio de que, a pesar de las tensiones y desafíos, la esperanza de la paz y la armonía sigue viva en lugares donde conviven diferentes creencias.
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