CV Noticias - 13 de mayo de 2024
En una reunión histórica que marca el culmen de 25 años de negociaciones, representantes de cerca de doscientos países y diversas comunidades indígenas se congregaron en Ginebra bajo los auspicios de la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI) para discutir el reconocimiento y distribución equitativa de los recursos genéticos y conocimientos ancestrales utilizados en invenciones.
El director general de la OMPI, Daren Tang, destacó la importancia de estos recursos en áreas como la medicina y la agricultura, haciendo hincapié en su contribución a la mejora de la producción de alimentos y la resiliencia agrícola ante el cambio climático.
Uno de los puntos cruciales de debate gira en torno a la inclusión de una cláusula de divulgación obligatoria sobre el origen de los recursos genéticos utilizados en nuevas invenciones patentadas, así como el consentimiento previo e informado de las comunidades indígenas para su uso, como medida preventiva contra la apropiación indebida.
Países como Perú y Paraguay enfatizaron la necesidad de detener la pérdida de biodiversidad y reconocer los derechos de las poblaciones indígenas, mientras que México abogó por un reparto justo de los beneficios generados por la explotación de estos recursos, respaldado por la imposición de sanciones en caso de incumplimiento.
Australia propuso que la divulgación sea obligatoria cuando los recursos genéticos sean un componente significativo en una solicitud de patente, lo que plantea desafíos en la interpretación del término “significativo".
Sudáfrica instó a una transformación del sistema internacional de propiedad intelectual para proteger la diversidad biológica y las comunidades indígenas de la explotación y el uso indebido de sus recursos.
Varios países expresaron la importancia de alcanzar un acuerdo internacional por consenso, como muestra de que el sistema multilateral puede superar desacuerdos y seguir funcionando efectivamente en un contexto de divisiones y conflictos.
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