El más reciente informe de la OCDE, “Panorama de la educación 2024”, señala que México se encuentra entre los países con menor inversión en educación, destinando apenas el 4.2% de su PIB a este rubro, mientras que el promedio de los países miembros es del 4.9%. Además, la inversión ha disminuido desde 2021, cuando se destinaba el 5.1% del PIB.
La baja inversión repercute particularmente en los grupos vulnerables, como la población indígena y los estudiantes migrantes. Solo el 23% de la población indígena logra completar la educación secundaria, comparado con el 40% de la población no indígena. Asimismo, los estudiantes migrantes muestran un rezago significativo en sus resultados académicos en la prueba PISA.
El informe también advierte que el 32% de los jóvenes de 18 a 24 años están fuera del sistema educativo, lo que los expone a empleos mal remunerados. Esta situación pone de manifiesto la necesidad de un mayor esfuerzo en inversión educativa para garantizar oportunidades de desarrollo.
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