Ciudad de México.- En un esfuerzo por mitigar los impactos financieros de los desastres naturales, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ha renovado tanto su seguro para catástrofes como los bonos catastróficos que protegen a México contra eventos como terremotos y huracanes. Según el Sexto Informe de Gobierno, estos instrumentos, que han sido fundamentales en emergencias pasadas como el huracán Otis, ofrecerán una sólida cobertura durante el periodo 2024-2028.
El seguro para catástrofes, renovado en junio de este año, ofrece una cobertura de hasta 5,000 millones de pesos para daños ocasionados por fenómenos naturales entre el 5 de julio de 2024 y el 5 de julio de 2025. Este seguro cubre riesgos derivados de terremotos, erupciones volcánicas, huracanes y otros desastres, con deducibles diferenciados por sector, ajustándose a la siniestralidad específica de cada área. El sector de la vivienda enfrentará el mayor deducible, con 400 millones de pesos, seguido del sector educativo con 350 millones de pesos.
Adicionalmente, el gobierno ha asegurado una protección financiera de 595 millones de dólares a través de cuatro bonos catastróficos emitidos por el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF). Estas coberturas, que se extenderán hasta el 2028, incluyen 225 millones de dólares para terremotos de baja frecuencia, 70 millones para terremotos de alta frecuencia, 125 millones para huracanes en el Atlántico y 175 millones para huracanes en el Pacífico.
Estos instrumentos financieros permiten al gobierno mexicano enfrentar los costos asociados a desastres naturales sin comprometer la estabilidad de las finanzas públicas. Aunque no siempre se activan, han demostrado ser cruciales en la respuesta a eventos extremos, brindando una capa adicional de seguridad financiera para el país.
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