Una reciente encuesta revela que más de la mitad de los estadounidenses están preocupados por el posible voto ilegal de no ciudadanos en las elecciones de 2024. Este tema, impulsado en gran medida por el expresidente Donald Trump y los republicanos, ha generado preocupación no solo entre sus seguidores, sino también entre un cuarto de los demócratas.
Además, un porcentaje significativo de la población apoya la deportación masiva de inmigrantes indocumentados, a pesar de las críticas que señalan los altos costos y posibles impactos sobre los recursos del sistema judicial y de inmigración.
De acuerdo con los resultados del sondeo de Scripps/Ipsos, un 51% de los adultos consultados temen que los no ciudadanos puedan votar en las próximas elecciones. Esta preocupación es compartida por un 83% de los republicanos, un 46% de los independientes y un 24% de los demócratas, lo que indica que este tema trasciende las líneas partidarias.
Sin embargo, no existe evidencia que respalde las afirmaciones de que los no ciudadanos votan en grandes cantidades, como han demostrado diversos estudios. Aun así, la narrativa ha cobrado fuerza, especialmente tras incidentes como el ocurrido en Oregón, donde algunos ciudadanos no estadounidenses se registraron por error para votar.
El debate sobre la inmigración y el derecho al voto sigue siendo uno de los temas más polémicos de cara a las elecciones, mientras el Congreso enfrenta una posible votación sobre una legislación que exigiría prueba de ciudadanía para votar. Este debate surge en un contexto de amenazas de cierre de gobierno si no se llega a un acuerdo presupuestario para el próximo año fiscal.
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