La violencia en la frontera sur de México ha provocado un aumento significativo en los problemas de salud mental entre los migrantes, según Médicos Sin Fronteras (MSF). Sinaí Guevara, responsable de base de MSF en Tapachula, explicó que el 80% de los casos de salud mental aguda están directamente relacionados con la violencia en la zona.
Los migrantes, que ya enfrentan condiciones de vida extremadamente precarias, también deben lidiar con el temor constante de encontrar a los mismos agresores de los que huyeron.
En un contexto donde la violencia sigue siendo una constante, las solicitudes de asilo en México han disminuido en un tercio en lo que va del año, mientras que la migración irregular ha aumentado un 193%, alcanzando un récord de más de 712,000 personas. Guevara advirtió que los migrantes que cruzan a México enfrentan una alta probabilidad de sufrir violencia durante su trayecto.
Fabiola Pintado, referente médico de MSF en Tapachula, indicó que en el primer trimestre de este año se han brindado 2,056 consultas externas y 1,191 de salud mental. Las enfermedades respiratorias, gastrointestinales y de la piel son comunes entre los migrantes, todas ellas agravadas por las condiciones insalubres en las que viven.
Pintado también señaló que MSF ha atendido a 32 personas que han sido víctimas de tratos crueles, inhumanos y tortura.
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