Un equipo de especialistas de la Clínica Mayo, en Minnesota, realizó con éxito uno de los procedimientos quirúrgicos más complejos: un trasplante total de rostro. El beneficiado fue Derek Pfaff, un hombre de 30 años que quedó desfigurado tras un intento de suicidio hace casi una década.
Derek, quien sobrevivió milagrosamente al disparo, enfrentó años de reconstrucciones faciales sin lograr recuperar la movilidad de su rostro. Finalmente, un equipo médico liderado por el Dr. Samir Mardini logró realizar el trasplante que incluyó un 85% de tejidos faciales, músculos y nervios. "No es solo una cirugía que salva vidas, sino una que las devuelve", señaló Mardini.
Este caso es un ejemplo de cómo la tecnología de impresión 3D y la colaboración de un equipo multidisciplinario pueden transformar vidas. La familia Pfaff también destacó la valentía del donante y su familia por hacer posible este procedimiento.
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