En un mitin celebrado en Puebla, ocho magistrados del Poder Judicial de la Federación (PJF) anunciaron su decisión de no participar en la próxima elección popular para renovar jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte. La medida es una protesta contra la reforma judicial impulsada por Morena y sus aliados, que consideran una amenaza a la independencia del Poder Judicial. La reforma plantea que la mitad de las plazas judiciales y la totalidad de los ministros sean elegidos por voto popular, un cambio que, según los magistrados, pone en peligro la carrera judicial y la división de poderes en México.
El anuncio se dio el pasado 23 de octubre frente a la sede del Poder Judicial en Puebla, donde los magistrados criticaron lo que calificaron como un "acto autoritario" y una "destrucción" del Poder Judicial. Los jueces retirados afirman que no competirán en una contienda que consideran dirigida por los intereses del partido en el poder. Entre los magistrados que declinaron se encuentran Livia Lizbeth Larumbe, Gloria García Reyes, y otros seis jueces con amplia trayectoria.
Durante el mitin, los magistrados explicaron que su decisión fue tomada con la frente en alto y bajo la premisa de preservar la dignidad de la carrera judicial. Consideran que el proceso electoral será controlado por el oficialismo, seleccionando candidatos que se alineen a los intereses del partido gobernante. Asimismo, hicieron un llamado para que se respetara su decisión, al tiempo que se comprometieron a seguir defendiendo los derechos humanos y la justicia desde otras áreas.
Este rechazo no es un hecho aislado. Otros magistrados y jueces han expresado su desacuerdo con la reforma judicial. El 16 de octubre, el magistrado Juan Pablo Gómez Fierro publicó su renuncia a participar en la elección, argumentando que la reforma es contraria a los principios de la república y a la independencia judicial.
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