En un cambio de táctica evidente, la vicepresidenta Kamala Harris ha endurecido su discurso sobre la inmigración ilegal, posicionándose firmemente contra Donald Trump, quien ha sido un crítico vocal de las políticas migratorias anteriores. Durante las próximas semanas, en una serie de eventos de campaña y a través de anuncios digitales, Harris promocionará su apoyo a un proyecto de ley de seguridad fronteriza que, aunque fue derrotado en el Senado tras la oposición de Trump, resalta su compromiso con un enfoque más estricto.
Junto a Tim Walz, gobernador de Minnesota y su compañero de fórmula, Harris recorrerá el país promoviendo su agenda. Esta incluye no solo la seguridad fronteriza sino también críticas a las políticas más controversiales de Trump, como la separación de familias migrantes y la prohibición de viajes de países de mayoría musulmana.
Este endurecimiento de la política migratoria contrasta con la campaña presidencial de 2020 de Biden, que prometía un tratamiento más humano hacia la inmigración. Sin embargo, con el aumento de los cruces ilegales, la administración ha tenido que ajustar su enfoque.
Los comentarios de Harris en un reciente discurso en Atlanta, y su historial como fiscal general de California persiguiendo bandas y carteles, subrayan su mensaje de que está preparada para abordar estos desafíos con firmeza. Con la elección en el horizonte, Harris apunta a redefinir su posición y energizar su base al enfrentar directamente los argumentos de Trump y sus seguidores.
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