El asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, ha concluido una visita oficial a China marcada por conversaciones "cordiales y constructivas" con altos funcionarios chinos, incluyendo al ministro de Exteriores, Wang Yi. Este viaje, enmarcado en los esfuerzos de ambas potencias para mantener abiertos los canales de comunicación, se centró en abordar temas críticos como la seguridad nacional, las políticas comerciales injustas y la colaboración para combatir el tráfico de drogas sintéticas.
Sullivan enfatizó la necesidad de impedir que actores externos utilicen nuevas tecnologías para socavar la seguridad nacional y reiteró las preocupaciones de Washington en relación con las políticas comerciales de Pekín. Estos temas también han sido puntos de preocupación para la Unión Europea en los últimos meses.
En cuanto a derechos humanos, Sullivan subrayó como prioridad la resolución de los casos de ciudadanos estadounidenses detenidos en China, reafirmando el compromiso de Estados Unidos con los derechos humanos y las libertades fundamentales. Aunque no se mencionaron casos específicos, este aspecto destaca como un tema central en las relaciones bilaterales.
En el ámbito de la política exterior, las discusiones abordaron la situación en el Indo-Pacífico y las tensiones en el Mar de China Meridional, donde China ha mantenido su postura firme en la defensa de su soberanía territorial. En relación a Taiwán, Sullivan enfatizó la importancia de la paz y la estabilidad, mientras que Wang Yi reiteró la postura de Pekín sobre la doctrina de 'una sola China', advirtiendo que cualquier movimiento independentista en la isla pone en riesgo la estabilidad regional.
Este encuentro refuerza los esfuerzos para gestionar de manera "responsable" las relaciones entre las dos potencias, preparando el terreno para una próxima conversación entre los presidentes Joe Biden y Xi Jinping, prevista en las próximas semanas.
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