Un informe pionero liderado por el exprimer ministro italiano y jefe del Banco Central Europeo, Mario Draghi, ha revelado que los países de la Unión Europea están invirtiendo en exceso en equipos de defensa de Estados Unidos, lo que debilita la competitividad de la industria militar europea. Según el estudio, entre mediados de 2022 y 2023, el 63% de los pedidos de defensa europeos fueron hechos a empresas estadounidenses, y solo un 15% a proveedores fuera de la UE.
El informe llega en un momento crítico para Europa, que está luchando por equipar adecuadamente a Ucrania en su conflicto contra Rusia, y al mismo tiempo busca revitalizar su propia industria de defensa. Draghi señala que Europa no está aprovechando sus capacidades colectivas y desperdicia sus recursos en proyectos nacionales dispersos, en lugar de fortalecer la colaboración en investigación y desarrollo dentro del bloque.
En comparación con Estados Unidos, el informe destaca que el gasto en investigación y desarrollo en defensa de la UE es notablemente bajo, alcanzando solo 11,800 millones de dólares en 2022, frente a los 140,000 millones gastados por EE. UU. Este desbalance podría motivar a una revisión urgente de la estrategia industrial de defensa de la UE.
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