El Instituto Nacional Electoral (INE) está preparando una impresión masiva de boletas para la elección sin precedentes del 1 de junio de 2025, en la que los ciudadanos tendrán que elegir jueces, ministros y magistrados. La consejera Carla Humphrey anunció que se prevé imprimir alrededor de 600 millones de boletas, un número que duplica las impresiones realizadas para la última elección presidencial.
Esta cifra es un reflejo de la complejidad y la magnitud del proceso electoral que se avecina. A diferencia de las elecciones federales tradicionales, la votación de 2025 requerirá que los ciudadanos elijan entre una extensa lista de candidatos para cargos en el Poder Judicial.
Según Humphrey, las boletas permitirán a los votantes seleccionar candidatos para posiciones en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, y otros tribunales y juzgados.
La consejera Dania Ravel señaló que aún existen áreas inciertas en la regulación del proceso electoral, incluyendo fiscalización, campañas, y acceso a medios. Estas cuestiones deben ser resueltas mediante leyes reglamentarias del Congreso o lineamientos emitidos por el INE. Ravel también hizo un llamado a los partidos políticos para que respeten la Constitución y eviten intervenir en las sesiones del INE, conforme a las nuevas directrices establecidas.
En la elección de 2025, los ciudadanos deberán elegir entre diversas opciones para cada categoría judicial. Por ejemplo, para ministros de la Suprema Corte, podrán elegir hasta cinco mujeres y cuatro hombres, mientras que para magistrados del Tribunal Electoral habrá opciones para hasta tres mujeres y dos hombres. Esta diversidad en las elecciones está diseñada para garantizar una representación equilibrada y paritaria.
La presidenta del INE, Guadalupe Taddei, destacó que se proyecta la elección del 50% de los cargos del Poder Judicial de la Federación, incluyendo vacancias. Esto significa que aproximadamente 880 cargos serán disputados el próximo 1 de junio, lo que implica una enorme carga administrativa y logística para el INE.
El proceso, que se desarrolla en un contexto de reformas judiciales y cambios constitucionales, representa un reto significativo para el INE y para el sistema electoral mexicano en general. La impresión de 600 millones de boletas y la organización de una elección de tal envergadura subrayan la importancia de asegurar un proceso transparente y eficaz que refleje la voluntad ciudadana en la elección de sus futuros jueces y magistrados.
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