Con el inicio de la Cuaresma, un periodo clave en el calendario litúrgico, la Iglesia invita a los fieles a vivir un tiempo de conversión, reflexión y renovación espiritual. Este es un llamado a discernir el propósito de nuestro corazón y prepararnos para la Semana Santa mediante prácticas fundamentales como el ayuno, la abstinencia, la oración y la limosna.
Durante la misa dominical en el Sagrario Catedral, presidida por el Obispo de la Diócesis de Valles, Roberto Yenny García, se resaltó la importancia de estas prácticas cuaresmales como herramientas esenciales para el crecimiento espiritual y la lucha contra las tentaciones.
"Muchas tentaciones vendrán en este tiempo de Cuaresma, pero está en nosotros superarlas con la guía del Evangelio y la fortaleza de la oración", expresó el Obispo, exhortando a los creyentes a mantener su fe firme y a enfrentar las adversidades con la ayuda de Dios.
El prelado enfatizó que la Cuaresma no es solo un periodo de sacrificio, sino una oportunidad para acercarse más a Dios, vivir con mayor conciencia la fe y demostrar solidaridad con los más necesitados.
"La batalla contra el mal no es solo externa, sino también interna. Enfrentamos nuestras propias debilidades y es a través de la oración y la fe que podemos fortalecernos", agregó.
Finalmente, invitó a los fieles a vivir este tiempo con un espíritu de renovación y esperanza, recordando que la Cuaresma es un camino de preparación hacia la Pascua, donde la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte nos da la oportunidad de una nueva vida en Él.
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