Tras los estragos del huracán "John" y un año después del devastador "Otis", el sector hotelero de Acapulco ha implementado significativas inversiones en infraestructura y equipos preventivos para proteger sus instalaciones. Fernando Robledo, gerente del hotel Playa Suites, explicó que han destinado 38 millones de pesos en la compra de bombas, equipos contra incendios y huracanes, plantas de luz y en la creación de un plan de contingencia ante fenómenos meteorológicos.
Pese a estas acciones, los hoteleros enfrentan un nuevo reto: la falta de turismo. Las alertas emitidas por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua) han provocado numerosas cancelaciones. Robledo mencionó que, de 500 habitaciones disponibles, solo 20 se ocuparon el fin de semana pasado, lo que afecta gravemente la economía local.
En paralelo, el sector náutico ha tomado medidas para proteger sus embarcaciones, mientras que los empresarios restauranteros han implementado acciones para evitar la invasión de cauces de ríos en la franja de arena. A pesar de las dificultades, los prestadores de servicios turísticos han lanzado un llamado a los visitantes para que no dejen de acudir al puerto, subrayando la necesidad de apoyo en estos tiempos difíciles.
Aunque no hay alertas ciclónicas en el corto plazo, las lluvias torrenciales continúan afectando la región debido a la nubosidad remanente del sistema meteorológico que azotó recientemente Guerrero, Oaxaca y Veracruz.
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