Pavel Durov, el fundador de Telegram, ha sido puesto en libertad condicional por un juez francés tras pagar una fianza de 5 millones de euros, como parte de una investigación sobre presunta delincuencia organizada relacionada con la aplicación de mensajería. La decisión del juez permite a Durov evitar la prisión preventiva, pero con la condición de que se presente ante la policía dos veces por semana y no abandone el territorio francés.
La detención de Durov, quien fue arrestado en un aeropuerto cercano a París, también ha sacado a la luz nuevas acusaciones graves. Francia ha iniciado una investigación formal sobre presuntos actos de violencia cometidos por Durov contra uno de sus hijos en París. Esta investigación, confiada a la agencia francesa de prevención de la violencia contra menores, Ofmin, se suma a las ya existentes y plantea preguntas sobre la relación entre Durov y las autoridades judiciales de otros países, como Suiza, donde también existe una denuncia por violencia.
La situación de Durov resalta la creciente tensión entre gobiernos y plataformas de mensajería cifrada como Telegram, que cuenta con cerca de mil millones de usuarios en todo el mundo. Las autoridades han expresado su preocupación por la responsabilidad penal de los proveedores de estas aplicaciones, especialmente en lo que respecta a la difusión de contenidos delictivos.
La apertura de una investigación formal en Francia no implica culpabilidad automática, pero indica que los jueces ven suficientes pruebas para continuar con el caso, el cual podría extenderse por años antes de llegar a un juicio o ser archivado.
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