En un sorprendente giro de los acontecimientos, Collins Jumaisi Khalusha, un sospechoso que confesó haber asesinado y desmembrado a 42 mujeres en Kenia, se fugó de la custodia policial junto con 12 reclusos más de nacionalidad eritrea. La fuga, ocurrida en la mañana del martes, está siendo investigada por las autoridades, quienes sospechan que el escape fue facilitado por personas infiltradas.
Khalusha, detenido en julio tras el hallazgo de cuerpos desmembrados en Nairobi, había confesado sus crímenes, que incluían el asesinato de su esposa. A pesar de su confesión, su abogado, John Maina Ndegwa, afirma que su cliente fue torturado para obtener dicha declaración y niega su culpabilidad.
Las autoridades han tomado medidas disciplinarias contra ocho agentes, incluyendo comandantes y agentes en servicio en el momento de la fuga. La comisaría fue acordonada y altos mandos policiales acudieron al lugar para supervisar la investigación.
El escape de Khalusha ha causado alarma internacional, no solo por la gravedad de los crímenes que se le imputan, sino también por las preocupaciones sobre la seguridad y la integridad del sistema judicial en Kenia. Las autoridades han prometido tomar medidas drásticas para capturar a los fugados y restaurar la confianza en las fuerzas de seguridad.
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