Autoridades europeas han señalado a Rusia como principal sospechosa del corte de dos cables submarinos en el mar Báltico, que conectan Lituania con Suecia y Finlandia con Alemania. Estos incidentes, ocurridos el domingo y lunes, se consideran parte de una posible estrategia de "guerra híbrida" en medio del conflicto con Ucrania.
Investigaciones y posibles implicaciones
Las fiscalías de Suecia y Finlandia han abierto investigaciones preliminares por sospechas de sabotaje. Aunque aún no hay pruebas concluyentes, el ministro de Defensa de Alemania, Boris Pistorius, calificó los cortes como "acciones deliberadas". Las sospechas se agravan por el reciente aumento de actividades rusas cerca de infraestructuras submarinas críticas.
Guerra híbrida: una nueva estrategia
Expertos señalan que estos incidentes podrían formar parte de una estrategia rusa para desestabilizar a Europa sin provocar una respuesta directa de la OTAN. El objetivo sería aumentar la presión sobre Ucrania y sus aliados occidentales, especialmente antes de la toma de posesión de Donald Trump, quien ha prometido buscar un alto el fuego en el conflicto.
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