El Ministerio de Defensa de Rusia informó que continúa defendiendo la región de Kursk de una serie de ataques ucranianos que se intensificaron desde el pasado 6 de agosto. Durante la última jornada, las tropas rusas, respaldadas por aviación y fuego de artillería, repelieron seis ofensivas en cuatro localidades de la región fronteriza, según el informe oficial emitido este lunes. Además, se frustraron tres intentos adicionales de ataque en otras dos zonas cercanas.
Desde el inicio de la incursión, las autoridades rusas afirman que las fuerzas ucranianas han sufrido unas 8,900 bajas, incluyendo las 40 pérdidas reportadas en las últimas 24 horas. En respuesta, las fuerzas rusas han lanzado ataques aéreos y de artillería en 16 localidades de la región de Kursk.
Putin acusa a Ucrania de prolongar la guerra
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha señalado que la ofensiva ucraniana en Kursk y los intentos de llevarla a la vecina región de Bélgorod son una estrategia para mantener el conflicto en curso. Según Putin, si Ucrania detuviera la guerra, tendría que convocar elecciones presidenciales, algo que, según el mandatario, las autoridades en Kyiv han evitado apelando al estado de guerra. "Esto se contradice con la Constitución de Ucrania", agregó Putin.
Putin aseguró que las fuerzas rusas expulsarán a las tropas ucranianas del territorio ruso y frenarán cualquier intento de desestabilizar las zonas fronterizas.
Control ucraniano en Kursk
Por su parte, el mando militar ucraniano ha informado que controla alrededor de un centenar de localidades en la región de Kursk, cubriendo un área de casi 1,300 kilómetros cuadrados.
El conflicto en esta región marca una nueva fase en la guerra entre ambos países, con enfrentamientos que ahora cruzan la frontera y continúan en el territorio ruso, complicando aún más el panorama en esta prolongada crisis militar.
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