Río de Janeiro, Brasil – Los ministros de Finanzas de los países que integran el Grupo de los 20 (G20), al que pertenece México, se reúnen este jueves en Río de Janeiro con la agenda centrada en la discusión de un impuesto global sobre las grandes fortunas. Este tema, impulsado por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, busca enfrentar la creciente desigualdad económica a nivel mundial, aunque enfrenta resistencia dentro del propio grupo.
Las sesiones, que comenzaron a puerta cerrada a las 09:00 hora local (06:00 en Ciudad de México), están enfocadas en la economía global. Este encuentro ocurre en un contexto donde la inflación global ha mostrado signos de desaceleración tras el aumento significativo impulsado por la guerra en Ucrania.
La propuesta de imponer un gravamen a los superricos, presentada por Lula da Silva durante su presidencia del G20 este año, busca abordar las disparidades económicas crecientes. Lula ha criticado la concentración de riqueza y ha argumentado que los sistemas tributarios se vuelven regresivos en los niveles más altos de la pirámide económica. La iniciativa también se enmarca dentro de su prioridad de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, destinada a coordinar esfuerzos internacionales para erradicar el hambre.
El apoyo a esta propuesta no es universal. Estados Unidos ha mostrado resistencia a la idea de un impuesto internacional sobre fortunas, mientras que Alemania considera el tema como "poco pertinente". Estas divisiones reflejan un panorama complicado, en el cual el 1% más rico ha visto un incremento en su riqueza de más de 40 billones de dólares, mientras que su tasa impositiva sigue siendo históricamente baja, según un estudio de Oxfam.
El economista francés Gabriel Zucman ha sugerido un impuesto del 2% sobre las fortunas de unos 3,000 multimillonarios, pero su propuesta también enfrenta oposición. Se espera que la reunión de hoy se divida en varios documentos para manejar la controversia: un texto específico sobre cooperación tributaria, un comunicado final más general y una declaración separada sobre las crisis geopolíticas actuales, como las de Ucrania y Gaza.
La próxima cumbre del G20, programada para el 18 y 19 de noviembre en Río de Janeiro, se perfila como el escenario para una discusión más amplia sobre la economía global y la financiación de la transición climática, en medio de la compleja situación internacional actual.
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