La violencia del crimen organizado ha alcanzado niveles alarmantes en diversas comunidades de Guerrero, donde los habitantes de localidades como La Palma enfrentan un hostigamiento brutal por parte de La Familia Michoacana. Este grupo criminal ha devastado la región con asesinatos, desplazamientos forzados y destrucción de propiedades mediante ataques con drones.
Desde hace un año, los criminales han impuesto cuotas, reclutado forzosamente a hombres, y llevado a cabo actos de violencia extrema contra aquellos que se resisten a someterse. La muerte de seis personas, entre ellas Jaime Ramírez Bravo, hermano del comisario local, ha detonado el hartazgo en la comunidad, que tomó las carreteras para exigir acción por parte del gobierno de Guerrero.
Las autoridades han prometido reforzar la seguridad con más efectivos militares y patrullajes, pero los pobladores advierten que su paciencia se agota. Si la situación no mejora, muchos consideran la posibilidad de buscar asilo en Estados Unidos o unirse a otro cártel para enfrentar a La Familia Michoacana.
Commenti