Estados Unidos incautó un avión utilizado por el presidente venezolano Nicolás Maduro, que se encontraba en República Dominicana para mantenimiento. El jet, un Dassault Falcon 900EX valorado en 13 millones de dólares, fue confiscado por las autoridades estadounidenses bajo la acusación de haber sido adquirido ilegalmente a través de una empresa fantasma, lo que violaría las sanciones impuestas a Venezuela.
Avión incautado por violar sanciones
El avión, identificado con las siglas T7-ESPRT, fue trasladado desde Santo Domingo a Fort Lauderdale, Florida, el lunes 2 de septiembre. El Departamento de Justicia de Estados Unidos emitió un comunicado donde se explica que la transacción que permitió la compra del avión fue realizada en contravención a las sanciones impuestas al gobierno venezolano desde 2019, cuando Maduro fue reelegido en unas elecciones consideradas fraudulentas por la comunidad internacional.
El fiscal general Merrick Garland afirmó que la aeronave fue utilizada por Maduro y otros funcionarios de su gobierno para viajes oficiales, como un vuelo a San Vicente y las Granadinas en diciembre pasado, y para el regreso a Venezuela de Alex Saab, un empresario colombiano acusado de lavado de dinero.
Reacción de Venezuela y orden de arresto
El gobierno venezolano calificó la incautación del avión como un acto de "piratería", mientras que la situación en el país se complica aún más con la emisión de una orden de arresto contra Edmundo González Urrutia. González Urrutia, quien reclama la victoria en las elecciones presidenciales del 28 de julio, está acusado por el gobierno de Maduro de delitos como "desobediencia de leyes" y "conspiración".
La líder opositora María Corina Machado se pronunció en X, asegurando que la persecución contra González Urrutia solo fortalecerá el apoyo hacia su figura tanto dentro como fuera de Venezuela.
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