En una de las operaciones de rescate más intensas en lo que va del año, 494 migrantes procedentes del África subsahariana fueron encontrados a la deriva cerca de la Isla del Hierro, en el archipiélago canario. Estas personas viajaban en cuatro cayucos, frágiles embarcaciones de madera, y fueron rescatadas por Salvamento Marítimo español. Muchos de los migrantes, debilitados y con signos de deshidratación, fueron trasladados al Centro de Acogida Temporal de Extranjeros (CATE) de San Andrés, donde ya se encuentran 701 personas en espera de ser reubicadas.
El Hierro, una de las islas más pequeñas del archipiélago, ha experimentado un aumento significativo en la llegada de migrantes a través de la llamada “ruta canaria”, una peligrosa travesía que se ha convertido en una de las principales vías de entrada a Europa para personas que huyen de la violencia, la pobreza y los desastres naturales en sus países de origen, como Senegal, Mali, Mauritania y Gambia.
Este rescate coincidió con el final de la gira del presidente español Pedro Sánchez por Mauritania, Gambia y Senegal. Durante su visita, Sánchez enfatizó la necesidad de "repatriar" a los migrantes que han llegado a España de manera irregular, una postura que ha generado críticas desde sectores de izquierda, como Podemos y Sumar, por su cercanía a las políticas migratorias de derecha.
La situación en Canarias es solo un reflejo de un fenómeno más amplio en Europa. Según datos de Eurostat, en el primer trimestre de 2024, España se posicionó como el quinto país de la Unión Europea con mayor número de expulsiones de migrantes extracomunitarios, habiendo repatriado a más de 2,500 personas. En total, los países de la UE han expulsado a 30,570 migrantes en lo que va del año, un 11.4% más que en el mismo periodo del año anterior.
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