El aumento del comercio electrónico en la Ciudad de México ha generado una creciente problemática ambiental, destacada en un reportaje de Elizabeth Rosales, periodista de Periodismo Empower. A pesar de las leyes que prohíben los plásticos de un solo uso en muchas entidades del país, los plásticos utilizados para embalar paquetes de plataformas como Amazon y Mercado Libre siguen sin estar regulados.
Este vacío legal permite que grandes cantidades de plástico terminen en plantas de incineración, donde son quemados por empresas como Pro Ambiente, subsidiaria de CEMEX. Durante 2019-2021, esta compañía recibió más de 389 millones de pesos por sus servicios. El proceso de incineración genera microplásticos y libera gases contaminantes al aire, afectando la salud de las personas y el medioambiente.
Aunque la Ciudad de México concentra el 30% de los usuarios de e-commerce del país, la iniciativa para prohibir estos plásticos, impulsada por Oceana en 2023, no ha sido dictaminada por el Congreso local. La nueva legislatura tiene ahora la oportunidad de abordar este vacío legal y avanzar hacia soluciones más sostenibles para la gestión de los residuos plásticos generados por el comercio electrónico.
El ciclo de estos plásticos, que son incinerados o llevados a tiraderos a cielo abierto, plantea graves riesgos ambientales. Expertos como Nancy Gocher, de Oceana, advierten que es necesario legislar urgentemente para reducir la dependencia de estos materiales y fomentar alternativas compostables.
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