Un trágico incidente sacudió a la localidad de Sanski Most, al noroeste de Bosnia, donde un conserje de una escuela secundaria mató a tiros a tres empleados del centro educativo antes de intentar suicidarse. Las víctimas, identificadas como el director de la escuela, una secretaria y una profesora, perdieron la vida en lo que se presume fue un ataque motivado por desacuerdos personales.
El conserje, quien utilizó un rifle automático militar para llevar a cabo el ataque, irrumpió en una reunión en la que estaban presentes las víctimas. Después de cometer los asesinatos, se disparó en el tórax en un intento fallido de suicidio y fue trasladado en estado grave a un hospital cercano en Banja Luka.
El tiroteo ocurrió a solo dos semanas del inicio del año académico en Bosnia-Herzegovina, mientras las escuelas estaban cerradas por vacaciones de verano. A pesar de esto, el centro educativo albergaba a personas debido a la celebración de exámenes extraordinarios.
Este evento se suma a una serie de actos violentos recientes en la región balcánica, donde la abundancia de armas desde las guerras de la década de 1990 sigue siendo un problema latente. Bosnia, con una población de aproximadamente 3.5 millones de habitantes, enfrenta un grave problema de posesión ilegal de armas, con estimaciones que sugieren la existencia de unas 750 mil armas en manos de civiles.
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