Teherán. Miles de personas se congregaron este jueves en Teherán para exigir venganza en el funeral del líder político de Hamas, Ismail Haniyeh, asesinado en un ataque atribuido a Israel. La procesión, llena de banderas palestinas y retratos de Haniyeh, comenzó en la Universidad de Teherán, antes de su entierro programado en Doha.
El ejército israelí anunció que en julio eliminó al jefe militar de Hamas, Mohammed Deif, acusado de orquestar la masacre del 7 de octubre en Israel, lo que desató el conflicto en Gaza. En Irán, el líder supremo, ayatolá Ali Jamenei, dirigió las plegarias y prometió un "duro castigo" a Israel por la muerte de Haniyeh.
La Guardia Revolucionaria de Irán informó sobre el ataque en Teherán, mientras que un bombardeo israelí en Beirut mató al comandante de Hezbollah, Fuad Shukr, intensificando el temor de un conflicto regional.
Jamenei, quien tiene la última palabra en Irán, declaró que era su "deber buscar venganza". Haniyeh había asistido recientemente a la investidura del nuevo presidente iraní, Masud Pezeshkian, quien también prometió represalias.
La televisión estatal iraní transmitió el funeral, mostrando los féretros cubiertos con banderas palestinas. Altos funcionarios iraníes, incluidos Pezeshkian y el jefe de la Guardia Revolucionaria, general Hosein Salami, estuvieron presentes. Khalil Al Hayya, jefe de relaciones exteriores de Hamas, reiteró que no reconocerán a Israel y prometió perseguirlo.
El presidente del Parlamento iraní, Mohammad Bagher Ghalibaf, prometió vengar a Haniyeh, mientras la multitud coreaba consignas antiisraelíes y antiamericanas. La comunidad internacional, representada por la ONU y Estados Unidos, pidió calma y un alto el fuego en Gaza.
Estas muertes agravan las tensiones regionales, afectando las negociaciones para una tregua entre Hamas e Israel, mediadas por Qatar, Egipto y Estados Unidos. Analistas consideran que Haniyeh, una figura moderada en Hamas, puede ser reemplazado, pero su muerte podría alterar las dinámicas internas del grupo. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió destruir Hamas tras el ataque del 7 de octubre, que causó la muerte de 1,197 personas en Israel y resultó en 251 rehenes.
La ofensiva israelí en Gaza ha dejado al menos 39,480 muertos, según el Ministerio de Sanidad de Gaza. Qatar, clave en la mediación, expresó dudas sobre el futuro de las negociaciones tras la muerte de Haniyeh.
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