Cientos de ciudadanos marcharon en Ciudad Valles en rechazo a la reforma judicial propuesta, que ha suscitado preocupación debido a su potencial impacto en la independencia del Poder Judicial.
Los manifestantes, portando pancartas y expresando su descontento, exigieron que se detenga la reforma, temiendo que esta pueda socavar la autonomía de los jueces y alterar el equilibrio de poderes establecido en la Constitución.
La marcha reflejó un fuerte sentimiento de defensa por la justicia imparcial y la separación de poderes, pilares fundamentales para la democracia.
La reforma judicial en cuestión incluye una serie de modificaciones que podrían centralizar el poder en el sistema judicial y reducir la independencia de los jueces al someterlos a mayor control político.
Entre las propuestas más controversiales se encuentran cambios en el proceso de selección y evaluación de magistrados, que algunos críticos consideran podrían ser utilizados para influir en las decisiones judiciales de manera indebida. Los ciudadanos temen que estas reformas podrían erosionar la confianza pública en el sistema de justicia y comprometer el principio de separación de poderes, esencial para el funcionamiento democrático del país.
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