El trágico fallecimiento de Elizabeth van der Drift, una mujer de 93 años con demencia, ha encendido alarmas sobre la seguridad de los productos domésticos, luego de que confundiera cápsulas de detergente con dulces. Elizabeth fue encontrada en su hogar el 19 de marzo, quejándose de dolor de estómago y dificultad para respirar.
La investigación posterior reveló que la ingestión accidental de estas cápsulas, diseñadas con colores brillantes y atractivos, fue un factor clave en su muerte. El forense Ian Potter, quien dirigió la investigación, advirtió sobre los riesgos que estos productos representan, no solo para los niños, sino también para los adultos mayores con deterioro cognitivo.
Potter subrayó la necesidad de mejorar las regulaciones para evitar que tragedias como esta se repitan. El informe de Prevención de Muertes Futuras ya ha sido enviado a varias autoridades británicas, exigiendo una respuesta antes de octubre de 2024.
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