El presidente Andrés Manuel López Obrador ha generado controversia al asegurar que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) no tiene fundamento legal para echar atrás la reforma judicial aprobada por su gobierno. Sin embargo, en 2016, cuando era dirigente nacional de Morena, López Obrador presentó una acción de inconstitucionalidad en contra de la reforma que transformó al Distrito Federal en la Ciudad de México, argumentando que la Constitución no podía ser modificada sin una consulta popular.
López Obrador alegó entonces que el Congreso y las legislaturas locales no pueden alterar principios fundamentales de la Constitución. Pese a su recurso, la SCJN determinó que su impugnación era improcedente al tratarse de una reforma constitucional. Este contraste en sus posturas sobre el papel de la SCJN en la revisión de reformas ha generado debate en el contexto de la actual reforma judicial impulsada por Morena.
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