Lima, Perú – El expresidente peruano Alberto Fujimori falleció este miércoles a los 86 años en la residencia de su hija Keiko Fujimori, en Lima. Fujimori, quien gobernó el país entre 1990 y 2000, dejó una marca profunda en la historia peruana, dividiendo a la sociedad en dos bandos: aquellos que lo consideran un héroe por haber derrotado al terrorismo y estabilizado la economía, y aquellos que lo ven como un autócrata que cometió graves violaciones a los derechos humanos.
Su gobierno, conocido por la mano dura, incluyó un golpe de Estado en 1992 que le permitió concentrar todos los poderes del Estado. Durante su mandato, se derrotaron grupos terroristas como Sendero Luminoso, pero también se gestó una red de corrupción liderada por su asesor Vladimiro Montesinos. La caída de Fujimori comenzó en 2000, cuando un video que mostraba a Montesinos sobornando a un congresista provocó el colapso de su gobierno.
Fujimori huyó a Japón en noviembre de 2000 y renunció a la presidencia mediante un fax. En 2007, fue extraditado a Perú desde Chile, donde cumplió condena por violaciones a los derechos humanos. Fue liberado en diciembre pasado tras un polémico fallo judicial.
La figura de Fujimori continúa dividiendo al país, y su legado se refleja en sus hijos, Keiko y Kenji Fujimori, ambos envueltos en la política peruana y en diversas controversias legales.
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