CV NOTICIAS- 02 JULIO 2024
La Amazonía brasileña ha registrado una cifra alarmante de 13,489 focos de incendios durante el primer semestre de 2024, marcando el peor registro en las últimas dos décadas y un aumento del 61% respecto al año anterior, según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE). Este aumento representa un desafío significativo para el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, en un contexto donde, aunque la deforestación muestra una tendencia decreciente, los incendios forestales se intensifican.
Los datos del INPE muestran una disminución en la deforestación de un 42% en comparación con el mismo período del año pasado, reflejando esfuerzos continuos para combatir esta problemática ambiental. Sin embargo, la situación de los incendios forestales ha empeorado, influenciada por una sequía excepcional que ha aumentado la vulnerabilidad de la selva a incendios, muchos de los cuales son provocados por actividades humanas destinadas a expandir la agricultura.
La situación también es crítica en otras regiones como el Pantanal y el Cerrado, donde los incendios han alcanzado niveles récord. El Pantanal, en particular, ha visto un aumento dramático de incendios, con 3,538 focos identificados y un incremento del 2018% en comparación con el primer semestre del año pasado.
Este patrón de incendios pone de relieve la influencia del cambio climático y la gestión ambiental en estos ecosistemas vitales, con implicaciones significativas para la biodiversidad y las comunidades locales. El gobierno ha respondido con medidas de emergencia y el envío de refuerzos de bomberos, pero el pico de la temporada de incendios aún está por venir, lo que aumenta la urgencia de acciones efectivas y coordinadas.
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