Los ayuntamientos de la región Huasteca y otras partes del estado enfrentan un panorama financiero complicado en noviembre, debido a los ajustes cuatrimestrales realizados por el gobierno federal. Este recorte en las participaciones mensuales, aunque previsto anualmente, sigue representando un reto, particularmente para las nuevas administraciones, que encuentran mayores dificultades para cumplir con pagos de nómina y de proveedores en medio de una reducción significativa de sus ingresos.
Los tesoreros municipales ya están tomando medidas de ajuste para minimizar el impacto de estos recortes, que afectan principalmente al gasto corriente del ramo 28, comprometiendo la continuidad de algunos servicios básicos. La magnitud del recorte varía según el ingreso de cada municipio, y oscila entre un 10% y hasta un 20% en algunos casos, forzando a los gobiernos locales a adaptar sus presupuestos de manera emergente.
Este ajuste cuatrimestral está regulado por la Ley de Coordinación Fiscal y forma parte del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal. Sin embargo, pese a su carácter rutinario, la disminución de recursos sigue siendo un desafío para los ayuntamientos, que deben buscar alternativas para asegurar la prestación de servicios esenciales y la atención a la ciudadanía en sus comunidades.
La comunidad está atenta a la forma en que estos ajustes financieros afectarán su vida diaria, mientras que las administraciones locales deben mostrar su capacidad para adaptarse y gestionar de manera eficiente los recursos disponibles, garantizando la continuidad y calidad de los servicios públicos.
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